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Mostrando entradas de julio, 2023

El encuentro con el paralítico

Meditación sobre Mc 2,1-12 El encuentro de Jesús con un paralítico tiene una cierta nota de espectáculo. Tuvo lugar en Cafarnaúm, en lo que fue la casa de Jesús durante el tiempo de misión en Galilea. Entró de nuevo en Cafarnaúm. Al poco tiempo había corrido la voz de que estaba en casa. Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y Él les anunciaba la Palabra.  Qué sitio tan privilegiado es Cafarnaúm; allí resonó con particular abundancia la palabra del Verbo Encarnado; cuántas fueron las grandes obras de curación y liberación de demonios que Jesucristo realizó en esta pequeña ciudad. En Cafarnaúm había gente admirable. Vamos a conocer algunos. Es gente a la que no se les pone nada por delante con tal de que su amigo se encuentre con Jesús; gente que nos ha dejado un claro ejemplo de lo que es la verdadera amistad: llevar a nuestros amigos a encontrarse con Jesucristo. Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro. Al no poder presentárselo a causa d

Revestíos del hombre nuevo

  Meditación sobre Col 3,12-15 En el comienzo de la Carta a los Colosenses San Pablo nos invita a vivir dando gracias a Dios por la obra de la Redención: Dando con alegría gracias al Padre que os ha hecho dignos de participar en la herencia de los santos en la luz. Él nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino del Hijo de su Amor, en quien tenemos la Redención, el perdón de los pecados. Me parece una página especialmente profunda sobre el designio de Dios, y cómo lo ha condicionado el pecado. Una vez que el pecado entró en el mundo, para trasladarnos al Reino del Hijo de su Amor, el Padre ha tenido que reconciliarnos con Él en Jesucristo, liberarnos del poder de las tinieblas y concedernos el perdón de los pecados.     Dios Padre, para introducirnos en el Amor con el que ama a su Unigénito, nos envía al Hijo de su Amor que, al precio de su Sangre, nos ha conseguido la Redención y nos ha dado a participar de la vida que recibe del Padre. Ser cristiano es llegar a ser d

Tampoco Yo te condeno

Meditación sobre Jn 8,1-11 Estamos ya muy cerca de la Pasión: Jesús se fue al monte de los Olivos. De madrugada se presentó otra vez en el Templo, y todo el pueblo acudía a Él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles.  El Señor ha puesto su cátedra en el Templo y enseña rodeado de todo el pueblo. Allí estamos todos los que deseamos, mas que nada en el mundo, escuchar la enseñanza de Jesús. Solo Él tiene palabras de vida eterna.  Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio y le dicen: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?” Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarlo. Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero como ellos insistían en preguntarle se incorporó y les dijo: “Aquel de vosotros que esté sin pecado que le arroje la primera piedra”. E, inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. Ellos, al oír est

Tu Padre te recompensará

Meditación sobre Mt 6,1-6.16-18 Estamos en el Sermón del Monte: “Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres con el fin de que os vean; de otro modo no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos”.  Jesús invita, no impone; su palabra graba el sello de la libertad en la vida del hombre. Cada uno tiene que elegir ante quién quiere vivir; qué recompensa quiere recibir y de quién espera recibirla. Ésta es la opción radical que Dios presenta a nuestra libertad.    El Hijo de Dios ha venido al mundo a traernos la vida que Él recibe del Padre, a darnos el poder de llegar a ser hijos de Dios. Que ha llevado a cabo esa obra es lo que le dice a su Padre al final de la oración en el Cenáculo: “Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero Yo te he conocido y éstos han conocido que Tú me has enviado. Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el Amor con que Tú me has amado esté en ellos y Yo en ellos”. Ésta es la verdadera recompens

Parábola del sembrador

Meditación sobre Mc 4,1-20 Del Evangelio de San Marcos:  Y otra vez se puso a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a Él que hubo de subir a una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar. Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas.  El evangelista nos invita a entrar en esta preciosa escena. En esa muchedumbre, que no ha hecho más que crecer a lo largo de los siglos, estamos todos los que queremos escuchar la enseñanza de Jesús. Marcos nos dice que Jesús enseña por medio de parábolas.     A Jesús le gustan las parábolas; y tiene un arte especial para explicar las cosas más profundas del Reino de Dios con estos relatos sencillos, que no pierden su frescura al pasar de una generación a otra, de una cultura a otra. Las parábolas manifiestan el respeto que Jesús tiene por la libertad de cada uno. La parábola de Jesús no violenta, invita; abre espacio a la libertad personal; el que quiera entrará en ella. Escuchemos. Les dec

Tres palabras de Jesús

Meditación sobre Jn 6 Jesús, en el Cenáculo, a punto de partir al encuentro con la Cruz nos revela: “No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer”. El Hijo de Dios ha venido al mundo para ofrecernos su amistad e introducirnos en la intimidad que Él tiene con su Padre. Vamos a escucharle tres palabras en las que nos revela lo que ha oído a su Padre. Las pronunció en la sinagoga de Cafarnaúm. La primera pone el sello a un consejo que da Jesús a los que están con Él:  “Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello”. Ellos le dijeron: ”¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?” Jesús les respondió: “La obra de Dios es que creáis en quien Él ha enviado”. Solo el Padre puede llevarnos a conocer a Jesús y a creer en Él. No ha

El padre misericordioso

Meditación sobre Lc 15 Nos dice el evangelista: Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a Él para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: “Éste acoge a los pecadores y come con ellos”. El Hijo de Dios ha venido al mundo a acoger a los pecadores. Así manifiesta que su Padre es rico en misericordia. La crítica de estos escribas y fariseos certifican que Jesús está cumpliendo la obra que el Padre le ha encomendado realizar. El Señor tomará ocasión de esa murmuración para dejarnos una poderosa revelación sobre su Padre Dios. Transformar en revelación lo que se presenta como una provocación es un modo de proceder típico de Jesús. Con las parábolas que le vamos a escuchar el Hijo revela el misterio de la misericordia de Dios. Entonces les dijo esta parábola: “¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas no deja las noventa y nueve en el desierto y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra la pone contento sobr