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Mostrando entradas de febrero, 2021

Haced lo que Él os diga

Meditación sobre Jn 2,1-12 San Juan nos dice que fue en una boda –que en la Escritura es una poderosa imagen de la Salvación– donde Jesús supo que había llegado su Hora: Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, la madre de Jesús le dijo: “No tienen vino”. Jesús le responde: “Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí? Todavía no ha llegado mi hora”. Dice su madre a los sirvientes: “Haced lo que Él os diga”. “No tienen vino” . Jesús entiende perfectamente lo que su Madre espera de Él. Pero Jesús vive desde el Padre. Es el Padre el que determina cuándo ha llegado su hora, esa hora que culminará en la Cruz. Por eso su respuesta. Eso María lo sabe bien. Lo aprendió de labios de su hijo en el Templo de Jerusalén: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que es necesario que yo esté en las cosas de mi Padre?” Pero María sabe también que para determinar esa hora Dios Padre contará

Primer testimonio de Juan

Meditación sobre Jn 1,19-28 En el prólogo con el que abre su Evangelio, san Juan ha hecho una doble referencia al Bautista. La primera. Ahora se va a centrar en Juan y en su testimonio: Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron donde él desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle: “¿Quién eres tú?” Él confesó, y no negó; confesó: “Yo no soy el Cristo”. Y le preguntaron: “¿Qué, pues? ¿Eres tú Elías?” Él dijo: “No lo soy”. “¿Eres tú el profeta?” Respondió: “No”.     Entonces le dijeron: “¿Quién eres, pues, para que demos respuesta a los que nos han enviado?” “¿Qué dices de ti mismo?” Dijo él:  “Yo soy voz del que clama en el desierto:  Rectificad el camino del Señor ,  como dijo el profeta Isaías”. ¿Por qué son enviados por las autoridades judías estos sacerdotes y levitas a interrogar a Juan? Lo natural es que estas gentes hubiesen ido a transmitir a Juan el entusiasmo que se había desatado en Jerusalén al tener noticia de la efusión del Espíritu motivada por s

Y la Palabra se hizo carne

Meditación sobre Jn 1,1-18 San Juan comienza su Evangelio con un prólogo que es un himno a Jesucristo. Un himno que revela que Jesucristo es la Palabra Encarnada, el Hijo de Dios hecho hombre: En el principio existía la Palabra  y la Palabra estaba con Dios,  y la Palabra era Dios.  Ella estaba en el principio con Dios.  Todo se hizo por ella  y sin ella no se hizo nada de cuanto existe.  En ella estaba la vida  y la vida era la luz de los hombres,  y la luz brilla en las tinieblas,  y las tinieblas no la vencieron. Las Escrituras de Israel se abren diciendo: En el principio creó Dios los cielos y la tierra . El autor del relato sitúa “el principio” en el obrar creador de Dios; por eso la creación será el ámbito de revelación del Antiguo Testamento. San Juan abre el Evangelio diciendo: En el principio existía la Palabra . Ahora se trata del principio absoluto, el de la vida de Dios, un principio que sólo puede revelarnos la Palabra Encarnada de Dios. El misterio de comunión de las Pe

El encuentro con un leproso

Meditación sobre Mc 1,40-45 Jesús ha recorrido toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando demonios. Con este horizonte, el Evangelio continúa: Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: Si quieres, puedes limpiarme. Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: Quiero, queda limpio. Al instante le desapareció la lepra y quedó limpio.  Este hombre tiene noticia de la predicación de Jesús y de los milagros que realiza y, del modo que sólo el Espíritu Santo conoce, ha adquirido la certeza de que en Jesús de Nazaret está obrando el Dios de Israel, el Dios vivo y dador de vida. Esa fe la expresa en su conducta, en el modo de acercarse, de postrarse, y de pedirle a Jesús: Si quieres, puedes limpiarme. Jesús se compadece de él, extiende su mano, le toca, y le dice: Quiero, queda limpio . Al instante le desapareció la lepra y quedó limpio.     Realmente este hombre era digno de compasión porque esta enfermedad, además del daño biológico, comunic

La conversión de san Pablo

Meditación sobre Ga 1,1-24 San Pablo abre la Carta a los Gálatas con la clara conciencia de su elección y con una admirable síntesis de la Redención: Pablo, apóstol, no de parte de los hombres ni por mediación de hombre alguno, sino por Jesucristo y Dios Padre, que le resucitó de entre los muertos, y todos los hermanos que conmigo están, a las Iglesias de Galacia. Gracia a vosotros y paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo, que se entregó a sí mismo por nuestros pecados, para librarnos de este mundo perverso, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. La salvación nos viene por la entrega que Jesucristo hace de su vida para hacernos hijos de su Padre Dios. Pero no ha sido iniciativa suya, sino obediencia a la voluntad de su Padre Dios. Resucitándolo de entre los muertos, el Padre manifiesta que ha aceptado la ofrenda de su Hijo, que lo ha hecho todo para darle gloria. Ahora podemos recibir la gracia y la paz

La blasfemia contra el Espíritu Santo

Meditación sobre Mc 3,20-30 Justo después de la elección de los Doce, Jesús vuelve con sus discípulos a Cafarnaúm: Llegados a casa, se aglomera otra vez la muchedumbre, tanto que ni podían comer. Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de Él, pues se decía: ‘Está fuera de sí’. Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: ‘Tiene a Beelzebul, y en virtud del príncipe de los demonios expulsa los demonios’.  Jesús domina las situaciones con asombrosa soberanía. Como Él sólo busca complacer a su Padre Dios, no pierde nunca la serenidad. Sus parientes quieren llevárselo unos días para que descanse, porque temen que enferme si continúa con un ritmo de trabajo en el que no tiene tiempo ni para comer. Pero no conseguirán nada porque el Señor tiene una idea clara:  Tenemos que trabajar en las obras del que me ha enviado mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar . 1 Ya han venido escribas enviados de Jerusalén. Se vé que las autoridades judías están ner