Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2021

Si el Hijo os da la libertad

Meditación sobre Jn 8,31-59 Jesús está enseñando en el Templo de Jerusalén. Muchos de los que le escuchan han creído en Él. Decía, pues, Jesús a los judíos que habían creído en Él: “Si vosotros permanecéis en mi palabra, sois verdaderamente discípulos míos, y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.  Jesús, como siempre, invita. Él no avasalla ni manipula. Invita. Depende de cada uno acoger sus palabras en la fe y permanecer en ellas. Entonces seremos verdaderos discípulos de Jesús, conoceremos la verdad, y la verdad nos hará libres ¿A qué verdad se refiere Jesús? Se refiere a la verdad fundamental, la que en último extremo da razón del obrar de Dios, razón de la Creación y de la Encarnación; se refiere al amor que su Padre Dios nos tiene y a su designio de vida para nosotros. Así lo reveló en el encuentro con Nicodemo: Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Ésta es la verdad que conoce e

Conoceréis que Yo soy

  Meditación sobre Jn 8,21-30 Jesús está enseñando en el Templo de Jerusalén, principal aula –según el Evangelio de San Juan– en la que el Señor enseña al pueblo. Entre los que están allí algunos hacen referencia al suicidio, lo que manifiesta su ínfima catadura moral? La revelación que Jesús nos ha dejado es muy poderosa: Jesús les dijo otra vez: Yo me voy y vosotros me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado. Adonde yo voy, vosotros no podéis ir. Los judíos se decían: ¿Es que se va a suicidar, pues dice: ‘Adonde yo voy, vosotros no podéis ir’? Él les decía: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Ya os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados.  Tres veces les dice Jesús: moriréis en vuestro pecado . No es una amenaza; es una invitación a la conversión. Jesús no ha venido a condenar sino a salvar. Él es el que ha sido enviado por Dios para liberarnos del poder del pec

Yo soy la Luz del mundo

Meditación sobre Jn 8,12-20 Del segundo Canto del Siervo del libro de Isaías:  ¡Oídme, islas, atended, pueblos lejanos!  Yahveh desde el seno materno me llamó;  desde las entrañas de mi madre recordó mi nombre.  Hizo mi boca como espada afilada,  en la sombra de su mano me escondió;  hízome como saeta aguda,  en su carcaj me guardó.  Me dijo: “Tú eres mi siervo (Israel),  en quien me gloriaré”.  (...) “Poco es que seas mi siervo,  en orden a levantar las tribus de Jacob,  y de hacer volver los preservados de Israel.  Te voy a poner por luz de las gentes,  para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra”. Todas las promesas hechas por Dios han tenido su sí en Jesucristo. Con este horizonte escuchamos a Jesús en el Templo de Jerusalén: Jesús les habló otra vez diciendo: “Yo soy la Luz del mundo; el que me siga no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. En Jesucristo, Dios ha cumplido la promesa de enviarnos a su Siervo. Jesús es la Luz que el Padre ha env

Si alguno tiene sed, venga a mí

  Jn 7,1-53 La fiesta judía de las Tiendas La enseñanza en la sinagoga de Cafarnaúm ha terminado con la terrible palabra que el Señor dirigió a sus discípulos : ¿No os he elegido yo a vosotros, los Doce? Y uno de vosotros es un diablo . Y el evangelista comenta: Hablaba de Judas, hijo de Simón Iscariote, porque éste le iba a entregar, uno de los Doce . La cruz proyecta su sombra tenebrosa sobre todos los acontecimientos de la vida de Jesús. El relato continúa: Después de esto, Jesús andaba por Galilea, y no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas. Y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces, pues nadie actúa en secreto cuando quiere ser conocido. Si haces estas cosas, muéstrate al mundo. Es que ni siquiera sus hermanos creían en él.     Entonces les dice Jesús: Todavía no ha llegado mi tiempo, en cambio vuestro tiempo siempre está a mano. El mundo no puede