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Mostrando entradas de junio, 2021

Como Yo os he amado

Meditación sobre Jn 13,21-38 Estamos en la Última Cena. Jesús sabe que el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarlo . Y Jesús deja claro que todo responde al designio de su Padre: “ Tiene que cumplirse la Escritura: ‘El que come mi pan ha alzado contra mí su talón’”. La traición: Jesús se turbó en su interior y declaró: “En verdad en verdad os digo que uno de vosotros me entregará” . Los discípulos se miraban unos a otros sin saber de quién hablaba. Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa al lado de Jesús. Simón Pedro le hace una seña y le dice: “Pregúntale de quién está hablando”. Él, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: “Señor, ¿quién es?” Le responde Jesús: “Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar”. Mojando, pues, el bocado, lo toma y se lo da a Judas, hijo de Simón Iscariote. Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dice: “Lo que vas a hacer, hazlo pronto”. Ninguno de los c

la Palabra que Yo he hablado

  Meditación sobre Jn 12,37-50 A punto de introducirse en el relato de la Pasión del Señor, el evangelista se detiene a considerar por qué Israel ha rechazado a Cristo. Lo hace primero recurriendo al libro de Isaías: Aunque había realizado tan grandes señales delante de ellos, no creían en Él; para que se cumpliera el oráculo pronunciado por el profeta Isaías:  Señor, ¿quién dio crédito a nuestras palabras?  Y el brazo del Señor, ¿a quién se le reveló?  No podían creer, porque también había dicho Isaías:  Ha cegado sus ojos,  ha endurecido su corazón;  para que no vean con los ojos,  ni comprendan con su corazón,  ni se conviertan,  ni Yo los sane .  Isaías dijo esto porque vio su gloria y habló de Él. Sin embargo, aun entre los magistrados, muchos creyeron en Él; pero, por los fariseos, no lo confesaban, para no ser excluidos de la sinagoga, porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios. El oráculo no habla de la causalidad de Dios, sino de su presciencia. El profet