Meditación sobre Mc 6,14-29 El nombre de Jesús se va difundiendo por Galilea. Muchos lo asocian al de Juan: Se enteró el rey Herodes, pues su nombre se había hecho célebre. Algunos decían: “Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas”; otros decían: “Es Elías”; otros: “Es un profeta como los demás profetas”. Al enterarse Herodes, dijo: “Aquel Juan, a quien yo decapité, ése ha resucitado”. Los Evangelios están cuajados de estas manifestaciones de interés sobre quién es Jesús. Reflejan el deseo de los evangelistas por que nos hagamos esa pregunta cada uno. San Juan expresa con claridad este deseo al final de su Evangelio: Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. Éstas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su Nombre . Los Evangelios están al servicio de nuestra fe. Nunca lo agradeceremos bastante, porque e
Meditaciones para amigos