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Mostrando entradas de marzo, 2022

Caminad en el Espíritu

Meditación sobre Ga 5,16-25 Nos dice San Juan que Jesús, hablando en el Templo de Jerusalén, nos reveló: “En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo. Y el esclavo no se queda en casa para siempre, mientras el hijo se queda para siempre. Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres”. De la verdadera esclavitud, que es la del pecado, sólo Dios nos puede liberar. Para darnos su libertad ha venido el Hijo de Dios al mundo. Así podremos quedarnos en la Casa del Padre para siempre. Como hijos. No hay otra verdadera libertad que la de los hijos de Dios. Con este horizonte escuchamos San Pablo: Para ser libres nos liberó Cristo. Manteneos, pues, firmes, y no os dejéis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud. Es un verdadero grito de victoria. Y una propuesta de vida. La libertad con la que Cristo nos ha liberado nos hace capaces de luchar y vencer. En esta vida la libertad es lucha. Así lo expresa el Apóstol: Por mi parte os digo: caminad en

¡Ábrete!

Meditación sobre Mc 7,32-37 Cristo Jesús es el Mesías anunciado por los Profetas de Israel, el Mesías que trae la Salvación de Dios. El libro de Isaías, en el capítulo 35, expresa el amor de Dios por su pueblo de un modo admirable:  ¡Que el desierto y el sequedal se alegren, regocíjese la estepa y florezca como flor!  Estalle en flor y se regocije  hasta lanzar gritos de júbilo.  La gloria del Líbano le ha sido dada,  el esplendor del Carmelo y del Sarón.  Se verá la Gloria de Yahveh,  el esplendor de nuestro Dios.  ¡Fortaleced las manos débiles,  afianzad las rodillas vacilantes!  Decid a los de corazón intranquilo:  ¡Ánimo, no temáis!  Mirad que vuestro Dios viene vengador;  es la recompensa de Dios,  Él vendrá y os salvará.  Entonces se despegarán los ojos de los ciegos,  y los oídos de los sordos se abrirán.  Entonces saltará el cojo como ciervo,  y la lengua del mudo lanzará gritos de júbilo.  Pues serán alumbradas en el desierto aguas,  y torrentes en la estepa;  se trocará la ti