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Mostrando entradas de octubre, 2023

El encuentro con Nicodemo

Meditación sobre Jn 3,1-21 Nicodemo es un hombre grande; un hombre que tuvo una actuación magnífica, junto con José de Arimatea, en el Descendimiento y en la Sepultura del Señor. Los dos tuvieron el gran honor de tomar el cuerpo de Jesús muerto, envolverlo en lienzos con los aromas, y depositarlo en el sepulcro. Fueron los últimos que pudieron manifestar su amor al Señor en esta tierra. Cuando, muy de mañana del primer día de la semana, las mujeres de Galilea lo intenten se encontrarán ya con Jesús Resucitado. San Juan nos cuenta el primer encuentro de Nicodemo con Jesús. Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, magistrado judío. Fue éste donde Jesús de noche y le dijo: “Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar las señales que tú realizas si Dios no está con él”. Jesús le respondió: “En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios".   Jesús realmente ha venido de Dios como maestro. La lección

También Cristo padeció por vosotros

Meditación sobre 1 Pe 2,18-25 San Pedro dirige su Carta a los cristianos que vivían en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia. A los que eran esclavos les dice:  Los siervos sed sumisos con todo respeto a vuestros dueños, no sólo a los buenos e indulgentes, sino también a los severos. Porque es gracia que uno, por consideración a Dios, soporte penas sufriendo injustamente. Pues, ¿qué gloria hay en soportar los golpes cuando habéis faltado? Pero si obrando el bien soportáis el sufrimiento, eso es agradable a los ojos de Dios. Pues para esto fuisteis llamados. ¿Cómo puede ser gracia y cosa agradable a los ojos de Dios el soportar las penas injustas? La respuesta que San Pedro nos va a dar es clara: así obró Jesucristo. La única referencia de la vida del cristiano es Jesucristo. Por pura gracia de Dios hemos sido llamados para vivir la vida de Cristo, para recorrer los caminos que Él ha recorrido. Hay muchos caminos en este mundo donde no encontraremos las huellas de Cristo; son los caminos

A mí me lo hicisteis

Meditación sobre Mt 25,31-46 Justo antes de encaminarse a la Pasión Jesús nos revela lo que va a ser el Juicio Final, el Día que hará entrar a todas las cosas en el orden de la justicia divina. Esta venida de Cristo al final de los tiempos relativiza todo lo mundano y nos lleva a centrarnos en lo esencial.  “Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregados delante de Él todos los pueblos, y Él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda”.  Jesucristo es el Señor de la historia. Cuando venga en su gloria como Rey separará en dos grupos a todas las gentes congregadas delante de su Trono. Este separar recorre los Evangelios; así, por ejemplo, en la parábola de la red barredera, en la del trigo y la cizaña, en la de las vírgenes prudentes y las necias, y en tantos otros lugares. Con este separar Jesús

Embajadores de Cristo

Meditación sobre 2 Cor 5,14-21 Esta página de San Pablo me parece una revelación especialmente profunda del misterio de Jesucristo. El Apóstol hace un apretado resumen del contenido de la Redención. Comienza de un modo solemne: Porque el amor de Cristo nos apremia al pensar que, si uno murió por todos, todos por tanto murieron. Y murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. Así que, en adelante, ya no conocemos a nadie según la carne. Y si conocimos a Cristo según la carne, ya no le conocemos así. Por tanto, el que está en Cristo es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo. Con el pecado del origen entró la muerte en el mundo. Movido por el amor que nos tiene, Cristo murió por todos. Esta es la prueba irrefutable de que el pecado nos ha alcanzado a todos. Y Cristo ha muerto y resucitado por nosotros para darnos a participar de su vida, para sacarnos del vivir encerrados en nosotros mismos.     El amor de Cristo nos

Bienaventurado el seno que te llevó

Meditación sobre Lc 11,27–28 Nos dice San Lucas que Jesús ha estado enseñando acerca de la llegada del Reino de Dios. Nos dice también que esta enseñanza entusiasmó a una mujer del pueblo: Aconteció, que estando Él diciendo estas cosas, alzó la voz una mujer de entre la gente y dijo: “Bienaventurado el seno que te llevó y los pechos que mamaste”. Él dijo: “Bienaventurados más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la guardan”. Jesús nos revela que el camino del Reino de Dios es escuchar la Palabra de Dios y guardarla. No hay otro. Guardar la Palabra de Dios; qué expresión tan preciosa. Al escuchar la Palabra de Dios se recibe en el corazón que, como el seno de la madre, es el espacio donde se protege, se cuida, se medita, y se la deja crecer para que dé frutos de vida eterna. Así la Palabra de Dios pone su sello en todas las dimensiones de la vida del cristiano.  Jesús debió emocionarse al escuchar a esta mujer. Le vendrían a la memoria tantos momentos entrañables de los la

Quédate con nosotros

  Meditación sobre Lc 24,13–35 Estamos en el día de la Resurrección. Las mujeres de Galilea han estado en el sepulcro muy de mañana, y han informado de lo que han visto a los Once y a todos los demás. Los dos hombres a los que Jesús les va a salir al encuentro forman parte del grupo de los discípulos. Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban velados para que no le conocieran. Él les dijo: “¿De qué discutís entre vosotros mientras vais andando?” Ellos se pararon con aire entristecido. Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: “¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella?” Él les dijo: “¿Qué cosas?”  Por mucho que estos dos hombres discutan entre ellos no van a conseguir nada. No van a superar la tr