Meditación sobre 2 Cor 1,1-14 San Pablo abre la Carta a la Iglesia de Dios que está en Corinto con un precioso saludo que se abre a todos los santos que están en toda Acalla. Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y Timoteo, el hermano, a la Iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya; a vosotros gracia y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor Jesucristo. Pablo tiene clara conciencia de quién es él: apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios; elegido para llevar a todos los cristianos la gracia y la paz de parte de la Santísima Trinidad. Y Pablo tiene clara conciencia de la dignidad de los cristianos elegidos –santos– de Dios. Por eso sólo pide a Dios para ellos bendiciones que permanezcan para la vida eterna, las que sólo de Dios podemos recibir. San Pablo responde a las bendiciones de Dios bendiciendo al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de toda consolación , del que nos l
Meditaciones para amigos