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Mostrando entradas de noviembre, 2021

Alégrate, llena de gracia

Meditación sobre Lc 1,26-31 La etapa de la historia de la Salvación que se extiende desde el pecado del origen hasta la Anunciación se puede considerar que comienza con la palabra que Dios dirigió a Eva: ¿Por qué lo has hecho? No es una amenaza, es la expresión de la tristeza de Dios de la que nos habla un poco más adelante en el mismo libro del Génesis: El Señor, al ver cuánto había crecido la maldad del hombre sobre la tierra, y que todos los pensamientos de su corazón tendían siempre al mal, se arrepintió de haber hecho al hombre sobre la tierra, doliéndose grandemente en el corazón . Y este dolor del corazón de Dios le lleva a compadecerse de nosotros y a poner en marcha la Redención. La etapa que se inició con la palabra llena de tristeza a Eva culmina con la palabra llena de alegría que, por medio del ángel Gabriel, Dios dirige a María: Alégrate, llena de gracia . Es la palabra desde que la muerte entró en el mundo la humanidad estaba esperando. Es la palabra que expresa y

El Sí y el Amén

Meditación sobre 2 Cor 1,18-22 Pablo escribe a los corintios que no es la sabiduría de este mundo lo que guía su conducta: Porque ésta es nuestra gloria: el testimonio de nuestra conciencia de que nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre vosotros, con la santidad y sinceridad que vienen de Dios, no con sabiduría carnal sino con la gracia de Dios. Ojalá pudiéramos decir todos los cristianos que nos hemos comportado siempre con la santidad y sinceridad que vienen de Dios. Cambiaríamos el mundo como lo cambió, y lo sigue cambiando, san Pablo. Por eso, cuando el Apóstol se ve obligado a realizar un cambio de planes en su visita a Corinto, les dice: Al proponerme esto, ¿obré a la ligera? O lo que yo me he propuesto, ¿me lo propuse llevado de sentimientos humanos, de manera que haya en mí sí y no? ¡Por la fidelidad de Dios!, que la palabra que os dirigimos no es sí y no. Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús, a quien os predicamos Silvano, Timoteo y yo, no fue sí y no; en Él no

Entre dos mujeres

La primera etapa de la Historia de la Salvación –larguísima etapa– se mueve entre dos acontecimientos que tienen como protagonistas a dos mujeres. El que abre esta primera etapa es el pecado de Eva; el que la cierra, la Anunciación a María. La luz para entender estos dos acontecimientos es la relación de esas dos mujeres con Dios y con su Palabra. La primera mujer es la que, ante la prueba, cuando tuvo que elegir, rechazó el obedecer a Dios:  Dios impuso al hombre este mandamiento: De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio . Eva acogió la palabra de la serpiente: De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal . No se fió de Dios, sino de su propio juicio:  Como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr s