Meditación sobre 1 Jn 1 La Carta se abre con un poderoso testimonio de la Humanidad de Jesucristo: Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca del Verbo de Vida, –pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifestó–; lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto para que nuestro gozo sea completo. Qué modo tan precioso de anunciar el Misterio de la Encarnación: la Vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre, se nos ha manifestado. Éste es el testimonio de los apóstoles. Pueden dar testimonio porque han oído, han visto con sus ojos, han contemplado y tocado con sus manos, el Verbo de Vida hecho hombre. Lo que han visto y oído nos lo an
Meditaciones para amigos