Meditación sobre Mt 16,13-23 Con las dos preguntas que le vamos a escuchar, Jesús abre espacio a una poderosa revelación. La primera: Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?” Ellos dijeron: “Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas”. Estos galileos, que llevan tiempo escuchando predicar a Jesús y viendo su compasión con las personas, han sido testigos de los muchos milagros que ha realizado. Con la sabiduría de Israel, conocen que Jesús es un hombre de Dios. Ahora la pregunta decisiva, la que Jesús nos dirige a cada uno y de cuya respuesta depende nuestra vida: Díceles Él: “Y vosotros ¿quién decís que soy Yo?” Simón Pedro contestó: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”. Replicando Jesús le dijo: “Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y Yo a mi ve
Meditaciones para amigos