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Mostrando entradas de agosto, 2021

Venid y comed

  Meditación sobre Jn 21,1-25 Es el último capítulo del Evangelio de San Juan. Volvemos a Galilea. Volvemos a encontrarnos con el mar de Tiberíades. Después de esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dice: Voy a pescar. Le contestan ellos: También nosotros vamos contigo. Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.     Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Díceles Jesús: Muchachos, ¿no tenéis pescado? Le contestaron: No. Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: Es el Señor.     Cuando Simón Pedro oyó «es el Señor», se puso el vestido —pues

Mirarán al que traspasaron

  Meditación sobre Jn 19,31-42 Los judíos se siguen manifestando muy puntillosos en lo que hace referencia al cumplimiento de su ley; una ley que es suya, que no es de Dios porque no es portadora de la voluntad de Dios –como la crucifixión de Jesús manifiesta–; una ley por la que no puede llegar la Salvación. La Salvación llega por ese hombre que está colgado en la Cruz. Y por ningún otro camino. Los judíos, como era el día de la preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado –porque aquel sábado era muy solemne–rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él. Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis. Y todo