Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2021

El signo del mar

Meditación sobre Jn 6,15-21 San Juan termina el relato de la multiplicación de los panes diciendo: Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo . Jesús sube al monte a estar a solas con su Padre. Las horas que allí pasa son horas de oración. Jesús vive desde el Padre, no desde sí mismo. En él todo brota de la oración: lo lleva todo a la oración y en la oración prepara los grandes acontecimientos de su obra salvadora.    ¿Cuál fue el contenido de la oración de Jesús esa noche en el monte? Me parece que Jesús pide al Padre por sus apóstoles, para que acojan en la fe las importantes palabras de vida que les va a entregar al día siguiente en la sinagoga de Cafarnaúm y las lleven al mundo entero. Y pide al Padre por nosotros, los que aceptaremos el testimonio de los apóstoles y creeremos en Jesús. Está rogando por los que viviremos de la Eucaristía, y encontraremos en ella la comunión con Jesucristo y con el Padre.  Te

Mi Padre trabaja hasta ahora

  Meditación sobre Jn 5,1-18 Desde Caná de Galilea, donde realizó su segunda señal, Jesús vuelve a Jerusalén: Después de esto hubo una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la Probática, una piscina, que se llama en hebreo Betesda, que tiene cinco pórticos. En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos. Estaba allí un hombre que llevaba treinta y ocho años en su enfermedad. Al verlo Jesús tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: ¿Quieres ser curado? Le respondió el enfermo: Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua, y mientras yo voy otro baja antes que yo. Jesús le dice: Levántate, toma tu camilla y anda. Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar.  El enfermo entiende la pregunta de Jesús como expresión de buenos sentimientos. Por eso en la respuesta deja claro que sí quiere ser curado, pero que no puede serlo porque no tiene un un hombre que le ayud

Tu hijo vive

Meditación sobre Jn 4,43-54 El encuentro de Jesús con la Samaritana culmina en que muchos samaritanos de su ciudad llegan a la fe en Jesús. El evangelista continúa: Pasados los dos días, partió de allí para Galilea. Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. Cuando llegó a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.  El comentario de Jesús sobre el profeta quizá señale la diferencia entre el recibimiento de los galileos, que parece fruto del espectáculo, y la profunda acogida en la fe de los samaritanos, que dijeron a la mujer: Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo . El relato continúa: Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm. Cuando se enteró

El encuentro con la Samaritana

Meditación sobre Jn 4,1-42 El marco del encuentro con la samaritana: Cuando Jesús se enteró de que había llegado a oídos de los fariseos que él hacía más discípulos y bautizaba más que Juan –aunque no era Jesús mismo el que bautizaba, sino sus discípulos–, abandonó Judea y volvió a Galilea. Tenía que pasar por Samaria. Llega, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la heredad que Jacob dio a su hijo José. Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta. Estamos en el ámbito de la historia de los Patriarcas, del comienzo de la Salvación que culmina en Jesús. Dos poderosos símbolos de vida: las aguas vivas y la luz –era mediodía–. El hombre Jesús, fatigado del camino, tiene sed. En este marco que el evangelista ha preparado con cuidado tiene lugar el encuentro con la Samaritana: Llega una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dice: Dame de beber. Pues sus discípulos se habían ido a la ciu

Último testimonio de Juan

Meditación sobre Jn 3,22-36 Jesús deja Jerusalén y baja a la zona del Jordán, donde se dedica a formar a sus discípulos: Después de esto, se fue Jesús con sus discípulos al país de Judea; y allí se estaba con ellos y bautizaba. El evangelista nos dirá un poco después que eran sus discípulos los que bautizaban, no el mismo Jesús. No es todavía el Bautismo cristiano, que solo comienza con la venida del Espíritu Santo en Pentecostés. El Señor los está formando para el día en que los envíe a bautizar con Espíritu Santo. De esto nos habla San Mateo al final de su evangelio. Jesús dirá a sus apóstoles : “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que Yo os he mandado. Y he aquí que Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo ”. Quizá al escuchar estas palabras los discípulos se acordaron de aquellos lejanos días en