Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2024

La Venida de Cristo

  Meditación sobre Lc 12,35-48 Jesús nos da muchos consejos. Son consejos escatológicos –no sapienciales– que se ordenan a nuestra salvación, a llevarnos con Él a la casa de su Padre Dios. Y al Señor le da mucha alegría comprobar que obedecemos lo que nos dice que, como en el caso de estas palabras que le vamos a escuchar, cuando vuelve a casa nos encuentra haciendo lo que nos ha pedido. Y no solo una vez sino hasta la tercera vigilia. Y es que Jesús ha venido a hacernos felices a los hombres, y llamarnos a su servicio es la forma, la única forma, de conseguirlo. Escuchemos sus consejos: “Tened ceñidas vuestras cinturas y encendidas las lámparas, y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. Dichosos los siervos que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encu...

Tres consejos de Jesús

Meditación sobre Mt 7,13-23  Nos acercamos al final del Sermón de la Montaña, el primero de los cinco grandes discursos en los que San Mateo reúne las enseñanzas de Jesús sobre el Reino de Dios. En este final, bajo la perspectiva del Juicio, Jesús nos da tres consejos que señalan las condiciones exigidas para entrar en el Reino de Dios.  “Entrad por la puerta angosta, porque amplia es la puerta y ancho el camino que conduce a la perdición, y son muchos los que entran por ella. ¡Qué angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la Vida, y qué pocos son los que la encuentran!”. La clave es la puerta. ¿Por qué puerta ha entrado Jesús? Por la puerta de la Cruz, que es entrar por la puerta de la Voluntad de Dios, por la puerta del Amor obediente y humilde a su Padre. Esa es la puerta angosta que conduce a la Vida. No hay otra. Es la única puerta que se abre al estrecho camino en el que encontraremos las pisadas de Cristo que nos llevarán a la Casa del Padre. Qué pena da o...

Presentación de Jesús en el Templo

Meditación sobre Lc 2,21-39 El Hijo de Dios ha venido al mundo para hacer la voluntad del Padre que le ha enviado; para eso cuenta, desde el principio, con la inestimable colaboración de María y José, que le dieron el nombre que Dios había elegido para Él y lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor: Cuando se hubieron cumplido los ocho días para circuncidar al Niño le dieron por nombre Jesús, impuesto por el ángel antes de ser concebido en el seno materno. Y cumplidos los días de la purificación según la Ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está mandado en la Ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor»; y para presentar como ofrenda un par de tórtolas o dos pichones El Hijo de Dios es ahora Hijo de Israel. Ésta gloria no se la podrá quitar nadie al pueblo de Dios. A esta gloria se ordenan todas las innumerables bendiciones que, desde la elección de Abraham, Israel ha recibido de Dios. Con la obediencia de Jesús a su Padre i...