Meditación sobre Jn 12,37-50 A punto de introducirse en el relato de la Pasión del Señor, el evangelista se detiene a considerar por qué Israel ha rechazado a Cristo. Lo hace primero recurriendo al libro de Isaías: Aunque había realizado tan grandes señales delante de ellos, no creían en Él; para que se cumpliera el oráculo pronunciado por el profeta Isaías: Señor, ¿quién dio crédito a nuestras palabras? Y el brazo del Señor, ¿a quién se le reveló? No podían creer, porque también había dicho Isaías: Ha cegado sus ojos, ha endurecido su corazón; para que no vean con los ojos, ni comprendan con su corazón, ni se conviertan, ni Yo los sane . Isaías dijo esto porque vio su gloria y habló de Él. Sin embargo, aun entre los magistrados, muchos creyeron en Él; pero, por los fariseos, no lo confesaban, para no ser excluidos de la sinagoga, porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios. El oráculo no habla de la...
Meditaciones para amigos